Los ataques a la democracia, de una violencia inusitada, se están cometiendo en Cataluña en unas elecciones autonómicas que ya han dejado de ser libres y por tanto democráticas.
Al partido constitucionalista, Vox, tercero en representación parlamentaria, se le obstaculiza de forma violenta hacer campaña, porque así lo ha decidido la Generalitat, que tiene la desfachatez de acusar a Vox como provocador de los graves ataques que se producen diariamente contra este partido.
Todos los medios de comunicación se han limitado a relatar con silencios clamorosos, en voz bajita o con letra pequeñita los ataques contra un partido político, pero sin hacer mención alguna a que la víctima no es únicamente Vox, sino la hipotética democracia en la que estamos malviviendo.
Los videos que inundan las redes sobre este inaceptable comportamiento ciudadano, dan una idea clara de nuestro altísimo nivel de democracia.
PD Aunque me ponga la venda antes de la herida, quiero dejar bien claro que nunca he votado a Vox.
Democracia apedreada
