La muy peculiar defensa del Papa Francisco

¡Vaya, qué novedad!. Me llevé una sorpresa mayúscula al leer en ese basurero de chismes, marasmo cenagosos de sabandijas (seguimos en clave de lenguaje teresiano), que es el noticiario de Google que aparece en móviles y tabletas, un artículo en el que se censuraba a la Conferencia Episcopal Española (CEE), “los obispos”, calificándolos como “el muro que frena en España las reformas del papa Francisco”.

Salía el articulo censorio pocos días después de que la CEE emitiera un comunicado denunciando la “ley trans” del Gobierno, impulsada por el sectarismo de PODEMOS y sus figuras máximas, las ministras Montero y Belarra. La nota califica al proyecto como una ley que trata de pervertir las leyes. Su título es muy expresivo: “A favor de la dignidad e igualdad de toda la vida humana”. Denuncia que esta ley se basa en la ideología de género, que propugna la consideración de la diferencia de sexo humano como producto cultural y pretende la autodeterminación en la elección del sexo por parte de las personas. El texto, que se puede encontrar en internet, pero baste como muestra una afirmación sobre el comportamiento del poder del estado en esta materia: Un estado democrático no puede imponer una peculiar y reducida visión antropológica en todos los ámbitos: educativo, jurídico, sanitario, laboral, en los medios de comunicación, en la cultura, el deporte y el ocio.

Los obispos han cumplido con su deber moral al hacer esta grave advertencia contra el dictatorial totalitarismo comunista antihumano que domina a este gobierno, entregado en manos de sus peores miembros. Pero lo sorprendente es el medio que ha dado esta información con aire escandalizado y con el típico lenguaje insultante que le caracteriza cuando se trate de atacar a la Iglesia. Su información se expresa con esta frase: “Los obispos españoles arremeten contra la ley trans.., etc”.

Ese término, ‘arremeten’, no puede ser más despectivo e insultante, al acusar al episcopado de conducta violenta, cuando la violencia es, precisamente, la que desea imponer la dicha ley, que es, en realidad, una ‘contraley’ que intenta imponerse, incluso obligando a la clase médica a hacer operaciones que la estadística muestra no corresponden a la realidad.

Es interesante el dato de que el 70% de los individuos que han pedido cambio de sexo en su infancia o adolescencia, al llegar a la edad adulta han dejado de pedirlo.

Pero, insistimos, lo llamativo en este asunto es quién ha arremetido (ahora sí que vale el término) contra la denuncia de los obispos españoles. Es el mismo medio periodístico que hace poco tiempo dio la noticia de la aceptación por el Papa de la dimisión, por haber cumplido la edad, del monseñor Reig Pla, obispo de Segorbe-Castellón y antes, sobre todo, de Alcalá de Henares (la bestia negra de los progres). Lo hizo con otra frasecita significativa: “El papa fulmina al obispo Reig Pla”. La tal ‘fulminación’ no era otra cosa que la normal aceptación de la dimisión de ese prelado por haber llegado a su edad de jubilación. Pero, como hemos comentado más arriba, ahora nos sorprende con la ‘paladina defensa’ del papa Francisco y de sus planes de reforma de la Iglesia, al calificar de ‘muro opositor’ al episcopado español, en su mayoría de nombramiento ‘franciscano’; como también calificó de ‘ultraconservador’ al ya dimitido arzobispo de Valencia, cardenal Cañizares.

Pero, ¡ah!, ahora se erige en gran valedor del papa Francisco y de sus planes de ‘democratización’ de la Iglesia, algunos de los cuales están levantando la crítica en no pocas conferencias episcopales de Europa y América, a las cuales la gran sabandija y sus adláteres califican inmediatamente con ese término ‘tabú’: “ultraconservador”.

Qué sabiamente expuso el ilustre catedrático de ética Alfonso López Quintás los modos de manipulación del lenguaje que se usan para su perversa utilización, y trató de los términos ‘tabú’, como ‘progresista’ y ‘conservador’ con predilección, entre otros muchos.

Aquí se utiliza por el malintencionado lenguaje de la gran sabandija, en sus defensas y ataques al servicio de un falso y tendencioso progresismo, que no es sino totalitarismo populista, de signo socialcomunista, al estilo de los de Maduro y Ortega (el perseguidor de obispos).

Con esta ‘andanada’ anti episcopal se pone la medalla de defensor del papa Francisco, de aquellas medidas y planes que coinciden con la tendencia populista que pone en entredicho las actitudes moderadas de muchos episcopados o prelados, y que el conjunto de las sabandijas sitúa en el nefasto grupo de los ‘ultraconservadores’, sobre los cuales la gran sabandija fustiga sus venenosas censuras, junto a otros medios españoles afiliados al populismo pseudoprogresista que procuran alentar en obediencia servil de los dictados de un gobierno anticristiano, y aún antiespañol, aunque su presidente se viera obligado a prestar el testimonio de su debida e impuntual presencia en el acto cumbre de la fiesta nacional de España y la Hispanidad el pasado día 12.

Y, a todo esto, se preguntará alguno, aunque es fácil adivinarlo, ¿a quién se está refiriendo el articulista, identificándolo como el medio que pulula por la actualidad y alimenta la tendenciosidad de otros órganos de opinión de la misma ‘cuerda’?. Lo hemos destacado de los demás por el relevante lugar que ocupa en el conjunto de medios de comunicación, con ínfulas de presuntuosa independencia, como protagonista de todo el colectivo al servicio del gobierno. Dejamos a la perspicacia del lector poner el nombre a este instrumento de la confusión, que bien puede situarse, por el torcido sesgo que imprime a los hechos provenientes de sus temas ‘tabú’, como es el mundo católico, en el sector del amarillismo periodístico.

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