Supongo que mis padres se agotarían. Se desesperarían, pero nunca me lo hicieron ver. Siempre me hicieron sentir una más en la familia, sin distinciones. Fue un proceso adaptativo muy natural.
Fase 3: Agotamiento. En el duelo de las familias con un discapacitado.
En este momento, los padres ya tienen la certeza de que es un problema que va a persistir y que, aunque ayuden, no van a poder ‘solucionarlo’. Es la fase en la que las familias deben hacer el luto por el hijo que pensaban que iban a tener. Este es un proceso duro, pero imprescindible, ya que estancarnos en esta fase puede ser perjudicial para toda la familia.
“Hay muchas familias que ese proceso no lo hacen. Ahí puede haber reacciones depresivas. Además es una etapa en la que todo duele, todo el tiempo”, explica la psiquiatra. En este punto, los padres suelen aislarse y solo se relacionan con su núcleo más íntimo para no tener que dar explicaciones y no enfrentarse a situaciones dolorosas.
Es habitual e incluso bueno tener ese momento de reclusión, pero hay que ser conscientes de que tiene que ser temporal, sino se perpetuará ese malestar. Por este aislamiento se genera, además, una relación de interdependencia que impide la autonomía del hijo: “Se generan una serie de dinámicas relacionales que a la larga son peligrosas porque tendremos nuestro momento de agotamiento y ahí empezaremos a vivir las necesidades de nuestro hijo como una carga”.
Asimismo, se alternarán sentimientos de frustración (por habernos dedicado enteramente al cuidado del niño) y de vacío (ya que fuera del rol de cuidadores los padres sentirán que “no son nada”). Además, cuando el niño se haga mayor, reclamará su independencia y puede llegar a rechazar a sus padres.
Y, ¿qué puede hacer el entorno para ayudar? Recordarnos quiénes somos y facilitar un clima emocional sano. Si los padres están con amigos, por ejemplo, y sale el tema del niño, escuchar y dar apoyo, pero si están divirtiéndose, no hablar de ello. “También respetar que no les apetezca hacer un plan de forma puntual. Respetar ese espacio”.
Fuente: 20 minutos