Von der Leyen, la enemiga de Europa

Aléjense de todo aquel que quiera plantearles la situación de Europa, incluso de España, en términos de derecha e izquierda. Les mienten porque los toman por idiotas

vozpópuli

Irene González

12/06/2024 04:45

En términos globales, los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo pueden considerarse dramáticos para el futuro de Europa por la gran victoria de quien representa su mayor amenaza y su más peligroso enemigo, Ursula von Der Leyen. La todavía presidenta de la Comisión Europea, el órgano de Gobierno de la UE, fue designada por los populares europeos, en un congreso interno hace dos meses, como candidata para presentarse a la reelección. La democracia por excelencia llaman a la Unión Europea.

Los resultados de estos comicios han sido: el PP europeo 186 escaños, (sube 10); los socialistas europeos, 135 (bajan 4); los centristas de Renew, 79 (bajan 23), (aquí estaba Cs, ya felizmente desaparecido); cuarto grupo, ECR (donde se integra Vox), 69, (sube 4), e Identidad y Democracia 58, (sube 9); los verdes, 53 (bajan 18); y Fidesz, 10 (el partido no adscrito de Víctor Orbán en Hungría.

Clima, género y fronteras

Aún están pendientes de consolidar las coaliciones que habrán de formarse a partir de ahora pero, a pesar de los espectaculares resultados de algunos partidos patrióticos en sus respectivos países -quedaron primeros en Francia, Holanda, Austria y segundos en Alemania- no ha sido suficiente para que hayan desbancado a los grupos fanatizados con el clima, el género y las fronteras abiertas, empeñados en la destrucción definitiva de una civilización gloriosa conocida anteriormente como Europa.

Úrsula von der Leyen no es sólo la líder del PP europeo, sino la representante de la agenda globalista climática 2030, defendida por la mayoría de grupos de la Cámara, como el socialista junto al que votan el 90% de sus iniciativas. Aléjense de todo aquel que quiera plantearles la situación de Europa, incluso de España, en términos de derecha e izquierda. Les mienten porque los toman por idiotas. Al menos los tres primeros grupos de la Eurocámara son partidos del sistema que representa a lobbies o intereses de terceros, globalistas, que con la excusa de una democracia que no representan, y en nombre de una libertad que no respetan, expolian a los ciudadanos a quienes han declarado la guerra.

El castigo a Sánchez

Von der Leyen ha ganado las elecciones. La representante la destrucción del campo, que no ha hecho acto de presencia con sus protestas en estas elecciones, lo que debería de llevar a la reflexión de los partidos que dicen defenderlos. Von Der Leyen es la representante de la destrucción de la industria en Europa, de su decrecimiento al ser enemiga de la energía eficiente, especialmente en Alemania, su país de origen. Allí fue ministra de Defensa y tuvo que dimitir por un caso de corrupción que fue luego premiado con su candidatura a la Comisión Europea. En España hay gente que cree que ‘la Europa’ nos salvará y castigará a Pedro Sánchez por el caso Begoña. Supongo que somos el país más estúpido de la Unión Europea, de la que Marruecos es, de facto, miembro preeminente posado sobre nuestro cuello.

Los partidos patriotas -llamados de extrema derecha por los medios fanatizados, incapaces de observar y analizar la realidad, carentes de toda relevancia política e informativa- experimentaron una notable subida, especialmente el grupo de Identidad y Democracia. Los medios no pudieron prever, con ese empecinamiento que dicen progresista, que un alemán al que le han colado millones de islamistas en sus fronteras, le han arrasado el campo, le han robado la energía barata, con el consiguiente proceso de desindustrialización del motor industrial de Europa, haya votado a partidos como la AdF, alguno de cuyos dirigentes ha sido acuchillados por yihadistas mientras los medios progres les llamaban de forma despectiva ‘partidos anti-Islam’.

Populismo y globalismo

Hay un mar de fondo de hastío en Europa de cuya profundidad no muchos son conscientes. Es un sentimiento de profunda humillación, un miedo permanente, un cansancio, una rabia profunda ante la injusticia y la mentira. Es algo que conecta con lo existencial, con un sentido de supervivencia. Para evitar que el hombre sea libre y soberano resulta esencial que no sea consciente, que los medios sigan castrando la realidad haciendo creer al ciudadano europeo que es mejor dejarse destruir que conocer la verdad. El populismo, ese término con el que tachan despectivamente a los partidos que se oponen o a todo aquel que denuncia que el rey está desnudo, no es el peligro para Europa. Lo son islamización y el globalismo antihumnista, representado en esa burocracia de Von Der Leyen, que hace de Europa una empobrecida esclava de sus enemigos.

En España, el Partido Popular, que pertenece al grupo de los populares europeos cuyo líder es Úrsula, hizo la campaña más ridícula y cateta que se recuerdan. Han tratado a los españoles —se lo han permitido los medios— de ignorantes absolutos sobre la política europea, que tanto les afecta, les arruina y asunto que apenas se han tratado. Las vergüenzas que exhibían Pons y Monserrat son para tapar, no fuera que algún español despertase de esa ficción de derechas e izquierdas y percibiese que, desde las instituciones, sus representantes se alinean con lobbies que actúan en su contra por mero beneficio personal. Esta es la razón de que el PP se haya dedicado a convertir estos comicios en una especie de plebiscito compra Sánchez, que apenas ha perdido. El planteamiento fue una mentira -«votad al PP para echar a Sánchez»- en unas elecciones en las que quien actúa como una garrapata en el sillón no se presentaba. La realidad es que un voto al PP en España era un voto para mantener a Úrsula von Der Leyen, la presidenta de la Agenda 2030, al frente de la Comisión para seguir impulsando toda esa serie de medidas que destruyen a España.

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