1.De la Web de la Moncloa
El gobierno del Poder Judicial corresponde al Consejo General del Poder Judicial.
El ejercicio de la potestad jurisdiccional, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente a los Juzgados y Tribunales determinados en las leyes y en los tratados internacionales.
El Tribunal Supremo es la más alta instancia jurisdiccional del Estado, salvo en lo que afecta a las garantías constitucionales, que es potestad del Tribunal Constitucional. (la negrita es del autor de este artículo).
2.La crítica (¿) de Feijóo al TC, (Diario de Sevilla 02/7/2024)
Feijóo ha defendido que la obligación de su partido es recurrir la ley, al tiempo que ha subrayado que los populares tienen “dificultades para aceptar la imparcialidad de nuestro Tribunal Constitucional” porque ven “absolutamente inmoral” un órgano de garantías “trufado de dos cargos del Gobierno”.
¿Cómo es posible que el jefe de la oposición reduzca su crítica a la actuación inconstitucional del TC como si se tratara únicamente de un asunto de moralidad? Todo parecería indicar que el único motivo de su partido para movilizar a la ciudadanía no sería otro que protestar contra la Ley de Amnistía, pero que Sánchez hubiera culminado su autogolpe con la sentencia de los ERE, parecería no importarle mucho. Así nos va.
3.CONSUMMATUM EST
El 11 de enero de 2023 se celebró el Pleno del Tribunal Constitucional en el que el magistrado Cándido Conde-Pumpido fue elegido presidente del mencionado organismo.
Una fecha que parece no haber sido analizada a fondo por los medios de comunicación no apesebrados, a pesar de que, en aquel infausto día, Sánchez culminó su auténtica conquista del poder judicial, disfrazada durante años por una supuesta renovación de los miembros del CGPJ, lamentablemente considerada por la UE como única barrera para que España pudiera alcanzar el nivel democrático que se merecía.
El humo monclovita tapando el verdadero alcance de la llegada de Pumpido al TC, que, como ha podido comprobarse con la inconstitucional sentencia de absolución a los condenados por los ERE, ofrece total inmunidad a: Sánchez, Begoñeros, familieros, amigueros, y socialeros de toda clase y condición.
El autogolpe Sanchista parece haberse desarrollado en cuatro fases:
1ª Abrazo con Iglesias: Introduciendo el comunismo bolivariano en el gobierno de España.
2ª Formación gobierno Frankenstein: Eliminando a la oposición.
3ª Nombramiento de Pumpido al frente del TC: Control del poder judicial sin necesidad de renovar los cargos del CGPJ.
4ª Amnistía de los condenados por los ERE: El TC pasa a convertirse en un auténtico Tribunal Súper Supremo, con lo que, como ya hemos indicado, Sánchez consigue inmunidad absoluta para él mismo, familiares, socialistas elegidos y allegados.
Proceso que continuará, en una quinta fase, con la culminación total del autogolpe
5ª Aprobación de leyes de desconexión con el Régimen del 78 mediante leyes inconstitucionales aprobadas por el TC: la república bolivariana tanto tiempo buscada.
4. La interminable, y aparentemente inútil, defensa del poder judicial
Con su enorme control mediático, nunca contrarrestado por el de sus oponentes políticos, Sánchez lleva más de un lustro imponiendo, no solamente la agenda política, sino consiguiendo, además, que todos los medios, subvencionados o no, se dedicaran a informar sobre los señuelos informativos que Moncloa iba lanzando.
Dos logros paradigmáticos de esta habilísima estrategia informativa son: el nombramiento de Pumpido como presidente del TC y el Begoñagate.
La renovación del CGPJ, le ha permitido a Sánchez que se montaran auténticas batallas en defensa de la independencia del poder judicial, cuando él ya no necesitaba esa inútil independencia al haber conseguido que todas las sentencias de cualquier tribunal quedaran sometidas a los dictats del Tribunal Constitucional.
Océanos de tinta gastados en favor de dicha independencia, cuando la batalla ya se había perdido con el nombramiento de Pumpido al frente del TC.
El martes 16, el Tribunal Constitucional de Pumpido amnistió a Chaves y Griñán, presidentes de la Junta de Andalucía y del PSOE, condenados por el Supremo como responsables máximos del mayor caso de corrupción de la historia de España, el de los ERE, que asciende a 679 millones de euros. La condena se produjo y ratificó en tres instancias: la Audiencia de Sevilla, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y el Tribunal Supremo. Hasta 16 jueces participaron en los tribunales que decidieron su culpabilidad y rechazaron todos los recursos de la Defensa. La ponencia que borraba las condenas de Chávez y Griñán corrió a cargo de Inmaculada Montalbán, condecorada por Griñán con la medalla de Oro de la Junta de Andalucía. Otros dos magistrados del Constitucional hicieron su carrera en la Moncloa o directamente en la dirección general de Justicia de la Junta, caso del exministro Campo, que ocupó ese cargo con los dos presidentes condenados. Pumpido, que se había abstenido en el Supremo cuando se vio el recurso, votó esta vez, junto a los socialistas del TC, llamados Los Siete Maléficos. Un voto particular señaló que era ilegal rejuzgar sentencias del Supremo según la propia jurisprudencia del Constitucional a lo largo de los años.
Libertad Digital, Federico Jiménez Losantos 21/7/2024
Tsunami informativo sobre el tan traído y llevado Begoñagate, dedicando, de forma reiterada, grandes espacios a los detalles más nimios de los supuestos actos delictivos de la mujer del presidente enamorado, y su presencia de incógnito en los juzgados, mientras su Sanchidad dormía a pierna suelta en el palacio monclovita. Él conocía y conoce perfectamente cual va a ser el auténtico final de esta tragicomedia.
5. Un auténtico golpe de estado blando, ignorado por todos
Como bien decía la editorial de Libertad Digital
La mayor quiebra de nuestra nación entendida como Estado de derecho es la transformación del Tribunal Constitucional en una correa de transmisión del Poder Ejecutivo, un órgano político que, no formando parte del Poder Judicial, invade las competencias del Tribunal Supremo para garantizar, no los derechos constitucionales, sino que ninguna ley o sentencia sea impedimento para la conveniencia del Ejecutivo. (la negrita es del autor de este artículo)
Si esto no es un cambio radical de nuestra Constitución por la puerta de atrás, que venga Dios y lo vea.
Pues bien, aunque parezca ininteligible, lo cierto es que ni el PP, ni el propio TS ni los medios independientes, han dedicado el más mínimo debate, a fondo y con continuidad, sobre el enorme atropello judicial provocado por el magistrado Pumpido con la sentencia de los ERE.
En mi modesta opinión, el impacto negativo de esta actuación a nuestra democracia, a medio y largo plazo, podría ser incluso superior al causado por la Ley de Amnistía y, a pesar de ello, no se ha producido ningún manifiesto de líderes de la sociedad civil, ni manifestaciones callejeras, dedicadas específicamente a protestar contra las actuaciones inconstitucionales del TC.
El Begoñagate se archivará en breve, o acabará como un ERE 2.0, y, en cualquier caso, la señora Gómez se convertiría en la nueva Víctima Propiciatoria del izquierdismo.
Y si les cabe alguna duda sobre el final de esa frase, no tienen más que leer las últimas declaraciones de Bolaños:
En declaraciones en el Senado, donde acudió a la toma de posesión del nuevo presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Salvador González Martín, Bolaños afirmó que Gómez “está sufriendo una persecución cruel, injusta, en un proceso judicial plagado de mentiras, de insignificancias, donde todos los informes y todas las declaraciones acreditan que no hay nada”. La mujer de Sánchez está investigada por tráfico de influencias y corrupción.
y/o las de Chaves acusando a los jueces de la ultraderecha de su injusta condena, y, poco menos, que reclamando algún tipo de compensación por haber quedado irreparablemente dañado su buen nombre. Cosas veredes.
Si no se inician de forma inmediata todas las posibles acciones políticas y sociales (actuación fulminante del PP ante el PPE, movilizaciones callejeras, manifiestos de las élites de la sociedad civil, medios de comunicación libres dedicando amplísimos espacios a las actuaciones inconstitucionales del TC) con objeto de que el TC deje de actuar como un Tribunal Súper Supremo, sufriremos a Sánchez en la Moncloa, al menos, durante los próximos 50 años.
3 comentarios en «TO BE OR NOT TO BE, TS OR TC. AUTOGOLPE CONSEGUIDO»
El primer error estuvo en llamar TRIBUNAL al constitucional. Al final las palabras conforman las ideas. Pudo haberse llamado Consejo, Academia, Asesoría, etc. o haber sido una Sala más del Tribunal Supremo. Al llamarle Tribunal Constitucional se le está atribuyendo una cualidad jurídica equivocada. Luego están los condes pumpidos que lo acaban por enmerdar.
Totalmente de acuerdo, pero parece ser que ni al PP y mucho menos al Sanchismo le ha interesado lo más mínimo deshacer el potencial entuerto.
Lo realmente ESPANTOSO es que Conde Pumpido, llegó a la presidencia del TC, con el apoyo del PP.