Desde todos los ámbitos no progubernamentales se ha repetido hasta la saciedad, el hecho cierto, de que Su Sanchidad tiene como único objetivo de todas sus decisiones, el de permanecer en la Moncloa por tiempo indefinido, aunque para lograrlo tenga que subastar a trocitos la soberanía nacional y el suelo patrio. Las concesiones diarias y sin límites a sus socios UP, Bildu, PNV y ERC, a cambio de sus votos, nos muestran claramente que Sánchez no gobierna como hombre de estado, sino que lo hace al estilo de un dictador de poltrona.
Y ahora llevamos demasiado tiempo contemplando la guerra fratricida que Casado ha decidido librar contra la líder indiscutible del PP madrileño, Isabel Diaz Ayuso. Es prácticamente imposible encontrar una mínima razón que justifique este absurdo enfrentamiento, salvo los intereses que pudiera tener Casado para asegurarse su puesto al frente del Partido a corto, medio y largo plazo.
Ayuso ha sufrido durante dos largos años las continuas tarascadas de un Presidente de Gobierno incapaz de aceptar que con políticas radicalmente distintas a las suyas, se puedan crear puestos de trabajo y riqueza. A estas campañas de acoso y derribo presidenciales se unen ahora las demandas de sus socios con el fin de implantar injustos impuestos sobre empresas y particulares de la Comunidad de Madrid, para capitidisminuir el éxito de las políticas aplicadas en esta comunidad. Y cuando todo indicaba que los enemigos de Ayuso se situaban siempre a su izquierda, el Sr. Casado se dedica a emularlos. Una vez más parece confirmarse que los enemigos de cualquier alto cargo del PP siempre están dentro del propio partido.
El desgaste del PP, provocado por este inaceptable comportamiento de su cúpula directiva, parece estar llegando ya a otras autonomías, como pudiera ser Andalucía, con el peligro que supondría la pérdida de votos ante un posible adelanto electoral.
Y para incrementar la figura de enfrentamientos internos, hoy aparece la noticia de que Feijóo ha decidido encabezar a un grupo de barones de su partido, para apoyar el nombramiento de Ayuso como presidenta a nivel regional.
¿Es que el PP puede permitirse el lujo de transmitir una imagen de falta total de liderazgo y de enfrentamientos internos? ¿ Es esta la figura que debe ofrecer a sus votantes el principal partido de la oposición y única alternativa [con los votos de Vox] al comunismo?
Sr. Casado, olvídese de sus lícitos intereses personales, asuma el papel de hombre de estado que le corresponde, y dé un puñetazo encima de la mesa para cortar de raíz, y de forma inmediata, esta absurda e innecesaria guerra que solamente está sirviendo para deteriorar la única posibilidad que tiene España de volver a la senda democrática que llevábamos transitando durante casi medio siglo.
Sr. Casado, como Presidente de la única alternativa hacia la democracia que nos queda, tiene la obligación política y moral de detener, “forever and ever again“, la guerra que usted inició contra Ayuso, sin fundamento alguno.
De no hacerlo, el PP se convertiría en cómplice de la permanencia de Sánchez en la Moncloa.
Un comentario en «Sr. Casado, ¿Emulando a Sánchez?»
Si Pablo Casado se llamase “el Abelardo”…….
Es que el Abelardo es el ave….que pone los huevos encima de la mesa !.