Paloma de la paz

Paloma de la paz
A tí te escribo
Que se te quebraron las alas
De tanto usarlas

Paloma de la paz
A tí te lloro

En el campo de batalla
En el campo de refugiados
En el campo de olivos
De esta tierra mía

Eres nombrada
Eres requerida
En el pasado y presente

Bajo el campo de exterminio
Apareces con tus alas rotas
Con tu pico quebrado
Con tus ojos aguados
De tanto llorar por el ser humano

Paloma mía
Resiste en ese campo de batalla
Haz un vuelo rasante por Ucrania,
Por Burkina Faso, Somalia, Sudán, Yemen, Myanmar, Nigeria y Siria.

Paloma mía
¿Qué hizo el hombre contigo?
Te pisotea y quiebra tus alas
Machaca tu pico
Y la hojita de laurel
Se desprende y cae de tu pico
Pero no en tierra baldía
Sino fértil y abonada
Por la carne putrefacta
Del hombre en su batalla
Que cae muerto
Y mujeres y niños

Dios llora por nosotros
Es sumamente paciente
Da mil oportunidades al hombre
De que sea feliz
Lo perdona y no le juzga

Dios llora por nosotros
Nos dio el regalo más preciado
La vida
¿Y que hacemos?
No la valoramos
La malgastamos
Y no cuidamos
Y matamos

Dios llora por nosotros
Es sumamente paciente
Nos da mil oportunidades
De hacer el bien
Y ser felices
Y despreciamos nuestro bien más preciado
La vida

Paloma mía
¿Que hace el hombre contigo?
Te nombra por un lado
Y por otro, mata y desprecia la vida

Dios, ¿Qué hace el hombre?
Te insulta y culpa de sus abominaciones
Cuando es él, el que pisotea el regalo que le hiciste

¡Dios, que ingratitud!
Con que ligereza te culpan
Te insultan y mancillan tu nombre

¡Dios! Cuando tú eres el que pacientemente nos perdonas
Una y otra vez

Que abominable es el hombre
Que no entiende
Que tú eres bueno
Y que nos hiciste libres
Pero no sabemos utilizar esa libertad
Sino para hacer el mal
En vez de besar
Matar en vez de amar

Paloma mía
De tanto nombrarte
Quebraron tus alas
Machacaron tu pico
Y la hojita de laurel
Calló en el campo de exterminio
Y allí crece un laurel
En recuerdo de los muertos
En recuerdo de las mujeres y niños

Crece un laurel
Abonado por la sangre
Y cuerpos putrefactos que deja el hombre
Tras su paso

¡Dios, cuando aprenderá el hombre
Que tú siembras amor
Que tú nos diste la vida
La capacidad de amar
Que tú eres puro amor
Y nos perdonas hasta la saciedad!

Lloro por el hombre que te insulta
Lloro por el hombre que mancilla tu nombre
Lloro porque el hombre no es capaz de asumir su propia vergüenza por ser hombre
Porque nos diste la vida
El regalo más preciado
Junto a la libertad
Y la capacidad de amar

Lloro por el hombre que no ve
Que somos nuestro peor enemigo
Lloro porque te amo
Y no sé bendecir tu nombre
Defender tu obra
Porque no me diste el don de la palabra
Para hablar de tu amor
Para defenderte
Y hablar de tí señor
Porque me bendeciste con tu amor
Y no sé hablar en tu nombre
No sé decir todo el bien que haces a quien es afortunado en escucharte
En orar y meditar
Y sanar su corazón

Dios, hoy aquí bendigo tu nombre
Se nos llena la boca de hablar de paz
Y tenemos reseco el corazón de las miserias del hombre

Dios, dame el don de la palabra
Para hablar de tí
No te echemos las culpas de nuestras atrocidades
De nuestro corazón putrefacto
De nuestras miserias

Dame el don de la palabra para hablar en tu nombre
Y bendecirte
Y alabarte
Porque nos diste
Tres regalos
La vida
La libertad
Y la capacidad de amar
Aprendamos a valorarlos
Y a usarlos con dignidad  

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