Luis Arroyo Galán, inventor de la Telemática
Desde sus orígenes, el mercado de las tecnologías de la información ha ido evolucionando de forma espectacular en cuanto a prestaciones técnicas, pero con avances más modestos en el terreno de las aplicaciones.
Otro parámetro fijo en este progreso ha estado marcado por la multiplicación de los componentes de la cadena de valor. De un mercado totalmente vertical se pasó a otro en el que los usuarios tenían la posibilidad, o se veían obligados, a adquirir los componentes de sus sistemas de muchos proveedores.
Con la aparición de la telefonía móvil la historia se repite, es larga la lista de empresas que actúan en este nuevo sector. Fabricantes de equipos terminales y móviles, operadores de redes, proveedores de servicios, desarrolladores e integradores de contenidos, empresas facilitadoras de posicionamientos/localizaciones, desarrolladores de componentes de software (sistemas operativos, middleware, bases de datos, lenguajes, navegadores, cifrado…), integradores de sistemas, consultores, empresas de mantenimiento, escuelas de formación, instaladores, y así hasta cien, pues cada día que pasa se unirán a esta lista otros tantos emprendedores.
Un típico mercado de nicho en el que hay sitio para toda empresa que quiera aprovecharse de esta oportunidad a base de creatividad, innovación, eficiencia y buen marketing. El dinero siempre vendrá del capital riesgo, una vez superado el susto de la burbuja Internet.
Por lo que se refiere a la demanda, y más en concreto a las empresas usuarias, habría que concluir que las posibilidades, como casi siempre acontece en el sector de las TIC, son enormes, pero que, como en revoluciones anteriores, el progreso puede quedar reducido a seguir haciendo lo mismo aunque con equipos de más alta tecnología.
Las fases por las que está atravesando la marcha hacia la 3G, son las típicas de toda revolución tecnológica, atrás han quedado la euforia y el pesimismo, y ahora el realismo permitirá alcanzar el desarrollo sostenido.
Si la Web ha supuesto un alto grado de interconexión entre oferta y demanda, los empleados de las empresas van ahora a disfrutar de una gran riqueza de posibilidades con el empleo de intranet en movilidad.
La actividad empresarial cobrará una nueva dimensión pues, al trabajo en los locales de la organización, se unirá una trepidante actuación en el exterior, soportada por la información en movilidad.
En esta fase del desarrollo de la m-economía, es muy importante implantar sistemas modulares de fácil y rápida evolución. En estas circunstancias, la flexibilidad puede llegar a ser más importante que la eficiencia.
Los integradores de sistemas y las firmas consultoras también van a desempeñar papeles importantes, pero sería muy deseable que su actividad se centrara más en el consejo y la orientación que en el desarrollo e implantación de soluciones consensuadas.
Las empresas usuarias no deben dejar estos proyectos en manos de terceros, pues les va mucho en ello, se trata de mejorar la proposición y cadena de valor, actividades ambas de vital importancia para la empresa.
Desde su irrupción en las organizaciones, a mitad del pasado siglo, la tecnología disponible ha estado siempre por encima de los logros alcanzados con su empleo, y mucho más si se les comparaba con las expectativas que se habían generado.
Es bien cierto que, en sus orígenes, los usuarios tuvieron que hacer enormes esfuerzos para superar las dificultades de todo tipo que planteaban unos artefactos de tecnología inmadura.
A cada nueva generación, algo similar se reproducía, pero la técnica en su conjunto estaba mucho más asentada y, por consiguiente, se comportaba de forma más estable.
Las empresas medianas y grandes de este país, en lo que a la utilización de los sistemas de información se refiere, han estado siempre a una altura correcta en comparación con nuestro entorno, e incluso en algunos sectores se han llegado a ocupar posiciones de liderazgo (videotex, redes públicas de conmutación de paquetes, banca electrónica…)
En el caso de las PYME la tecnología no ha rodado al mismo ritmo y, es mucho el camino por recorrer, para que estas empresas, sustrato imprescindible de nuestra actividad económica, alcancen unas cotas de innovación y eficiencia que les asegure el futuro que les corresponde.
Los que piensan que el WI-FI queda muy lejos y que la 3G está cerca pero que no está, corren el riego de comportarse como esos viajeros que siempre se quedan en la misma estación esperando subirse al mejor tren que acabará por llevarles a ninguna parte.
Este articulo es copia literal de las paginas 274 y 275 de mi libro Tecnología móvil, ANAYA MULTIMEDIA, 2003