Reproduzco a continuación en su totalidad el artículo publicado con fecha 2 de junio de 2022 por El American, que es una plataforma moderna de noticias para hispanos amantes de la libertad, libre mercado y propiedad privada.
La violencia no tiene género: enseñanzas del caso Johnny Deep contra Amber Heard
Ayer se conoció, finalmente, el fallo de la demanda por difamación interpuesta por Johnny Depp contra su exesposa Amber Heard. El jurado falló a favor del actor, desestimando todas las acusaciones de violencia doméstica y agresión sexual hechas por Heard. En el 2018, la actriz escribió una columna en The Washington Post donde aseguró que fue víctima de abuso doméstico. Después de eso Depp enfrentó una avalancha de críticas y señalamientos en medios de comunicación que terminaron hundiendo su carrera laboral y, según afirma, causando un profundo daño en su vida personal y la de quienes lo rodean.
“El jurado me devolvió la vida. Mi decisión de continuar con este caso, sabiendo muy bien la altura de los obstáculos legales que enfrentaría y el inevitable espectáculo mundial en mi vida, solo se hizo después de pensarlo mucho. Desde el principio, el objetivo de presentar este caso fue revelar la verdad, independientemente del resultado. Decir la verdad era algo que le debía a mis hijos y a todos aquellos que se han mantenido firmes apoyándome”, dijo Depp después de conocer el veredicto.
Las palabras del actor son reveladoras. Hace años, las acusaciones de una mujer que se sumó al popular #MeToo le destruyeron la vida, porque en una sociedad que se ha dejado llevar por las ideas extremas de las feministas toda violencia se volvió machista, imponiendo la creencia de que todo lo que diga una mujer siempre es verdad y que se deben hacer sanción social inmediatamente después de cualquier acusación, sin importar si no hay pruebas o si no ha habido juicio alguno.
Es reconfortante ver que la misma sociedad que hace unos años despreció a Depp, sin prueba alguna de que fuera un maltratador, hoy lo aplauda y reflexione sobre el drama que viven muchos hombres calumniados, maltratados y que no tienen cómo demostrar la verdad, porque ni siquiera se les da la oportunidad de hablar. El juicio Depp-Heard nos recuerda una vez más que la violencia no tiene género. La gente es buena o mala independientemente de su sexo, y si queremos ser justos lo mejor es que siempre esperemos las pruebas antes de señalar y hacer condena social.
Vanessa Vallejo
Co-Editora en Jefe