[1] PRESENTACIÓN
En esta serie de artículos que hoy comenzamos, vamos a abordar el enunciado de la serie: inicios de la ideología woke, desarrollo y el impacto provocado en este último por la llegada de Trump. Nos centraremos en la presentación de los impactos negativos que la ideología (religión) woke ha causado en los países occidentales, sin que sus ciudadanos apenas perciban el daño que se ha venido provocando en todos los ámbitos de actuación tanto individual como colectiva.
A lo largo de todo el siglo pasado y lo que llevamos de este, se desarrollan en Occidente una amplia gama de ideologías que, poco a poco, han ido transformando nuestros valores y comportamientos típicamente occidentales
Como expondremos en esta serie de artículos, el ideario woke ha penetrado en instituciones nacionales e internacionales, universidades de prestigio, asociaciones, grupos de élite y partidos políticos, sin que la sociedad haya tomado plena conciencia de este auténtico asalto antidemocrático porque nadie le da nombre a quienes lo protagonizan, pero sus consecuencias, como veremos, están a la vista de todos.
El wokismo es un término derivado de la palabra inglesa woke que significa despierto, en referencia a la conciencia social sobre temas de injusticia y desigualdad, que viene siendo objeto de intensos debates planteados en determinados entornos socioculturales durante los últimos años. Su influencia se ha expandido en múltiples esferas, desde la política hasta la cultura, el arte y la economía, entre otros muchos. Enumeraremos los impactos negativos del wokismo en diferentes sectores de actividad de la sociedad occidental.
El wokismo podría entenderse como un conjunto de ideas y prácticas que enfatizan la lucha contra la discriminación racial, la igualdad de género y otras formas de desigualdad social. Sin embargo, su implantación ha generado múltiples preocupaciones sobre sus efectos adversos, muchos de ellos ya identificados, en varios aspectos de la vida occidental.
La llegada de Trump (autodeclarado públicamente como enemigo acérrimo de la ideología woke) a la Casa Blanca, ya está provocando un claro punto de inflexión en la aceptación social de esta perniciosa ideología.
