«No hay financiación para las autonomías, ni para las víctimas del volcán, ni para la lucha contra la ELA, pero para hacer un acto de propaganda contra Franco sí»
THEOBJECTIVE
Román Cendoya
16/12/2024
Fraude, según la RAE, es una «acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona —o entidad— contra quien se comete». Algunos de sus sinónimos son engaño, timo, estafa, trampa, engañifa… todo encaja con Pedro Sánchez, su forma de actuar, su gobierno y su partido. La utilización que hace Pedro Sánchez de la mentira como instrumento político, su desprecio por el Estado de derecho y la ausencia de cualquier proyecto país han conseguido la degeneración del Estado hacia una autocracia. La forma fina de definir a una dictadura.
Para Pedro Sánchez el Estado es todo aquello que puede usar y aprovechar para su permanencia en el poder. No tiene más proyecto que el poder. El problema de Sánchez es que, con el paso de los años, el Estado se le está haciendo cada vez más pequeño por culpa de sus derrotas electorales. Un megalómano narcisista no puede asumir las derrotas y para eliminar esa realidad repudia y elimina toda aquella institución que emana de los comicios que pierde. Así el Estado se le va empequeñeciendo.
El Senado, con mayoría absoluta del Partido Popular, no le sirve. Para Sánchez ni siquiera representa a la soberanía popular —porque no le han dado la mayoría a él—. Los ayuntamientos no tienen entidad, ni son importantes para la gobernabilidad, porque la mayoría son gobernados por el Partido Popular. Es muy interesante ver la mutación que ha sufrido Sánchez en relación a su interés por las autonomías. Ha pasado de desarrollar peroratas, estilo Chávez, sobre la función y la efectividad de la cogobernanza, al desprecio infinito por las autonomías. Porque para una del régimen normal que le queda está presidida por Emiliano García Page. Su mayor crítico dentro del PSOE.
Jaime Cervera
La cumbre de presidentes se ha celebrado después de tres años. Hay que recordar que ha sido convocada por la presión ejercida por las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular que reclamaron ante el Tribunal Supremo, vía contenciosos administrativos, que se cumpliera con el reglamento. A Pedro Sánchez no le ha quedado más remedio que celebrarla empujado por la necesidad y por la presión. No por vocación.
«Lo sucedido en la cumbre de presidentes ha sido toda una declaración de desprecio hacia España y la ciudadanía. No hay ningún plan para el Estado. Sólo existe la consecución de su solución personal»
Con la forzada convocatoria ha movilizado desde al Rey a todos los presidentes autonómicos, se ha llevado a sus vicepresidentas y un montón de ministros. Ha movilizado una ingente cantidad de policía —es un escándalo sin precedentes— que moviliza allá donde vaya para evitar que el pueblo se acerque y puedan llegarle las críticas en forma de silbidos, gritos y abucheos.
Román Cendoya
A Pedro Sánchez sólo le interesan Cataluña, Waterloo y el País Vasco. Pero no por sus autogobiernos y el desarrollo y bienestar que puedan tener los ciudadanos. A Pedro le interesan los votos de Junts, ERC, EH Bildu y el PNV. A Pedro Sánchez todo lo que no sea cumplir con sus mercenarios —votos por cesiones— no le interesa. Lo sucedido en Santander ha sido toda una declaración de desprecio hacia España y la ciudadanía. Todo un fraude. Ha cumplido convocando a los presidentes pero no se ha molestado en presentar un solo papel. No hay ningún plan para el Estado. No hay un modelo. Sólo existe la consecución de su solución personal. El autócrata ha concedido a los presidentes autonómicos que le hablen durante 10 minutos cada uno. Qué generosidad.
En su estulticia, cuan dadivoso dictador, ofreció a sus súbditos regionales una quita de deuda por gestión. No por magnanimidad sino por necesidad. Tiene que cumplir con su compromiso de perdonar la deuda a los golpistas independentistas nacionalistas catalanes, además de concederles el anticonstitucional concierto económico. Comprar días en Moncloa.
Fernando Savater
Lo malo de Sánchez es que debe de creer que todos son tan trileros como él pero, además, menos listos. Y que con su sonrisa de mandíbulas desgarradas por el bruxismo engaña a todos los que tiene delante. Salvador Illa ejerció de cipayo de Sánchez. María Chivite e Imanol Pradales, el lendakari de los ocho apellidos españoles, con su fuero y concierto cumplieron con su presencia. Los demás presidentes, incluido Emiliano García Page, le dieron toda una lección de sentido de Estado, de responsabilidad, legalidad y hasta de generosidad. Isabel Díaz Ayuso propuso establecer un sistema de financiación justo y además que la única deuda que debería condonarse es la de la Comunidad Valenciana después de la dana.
Pedro Sanchez tiene el problema de que nada de lo que introduce en la agenda política consigue desviar la atención sobre su corrupción y la degeneración del Estado democrático que está protagonizando. La vocación democrática de Pedro Sánchez es rigurosamente falsa. Nunca ha sido un demócrata y, obviamente, nunca lo será. Comenzó sus andanzas fraudulentas preparando urnas trampa en su propio partido. No actuó solo, lo hizo en compañía de otros: los conocidos José Luis Ábalos, Koldo y Santos Cerdán con tanto protagonismo en las noticias por su situación judicial vinculada a la corrupción. Todo lo que decían contra la corrupción y sobre la limpieza democrática era un fraude.
Román Cendoya
Es evidente que Pedro Sánchez tiene una gran debilidad política. Sabía que la cumbre de presidentes no iba a servir para nada. Para intentar desviar la atención sobre los problemas de corrupción y de degeneración de su gobierno, ha vuelto a recurrir al comodín de Francisco Franco. Se ha inventado un inexistente cincuentenario de la libertad. No hay financiación para las autonomías, no se pagan las ayudas a las víctimas del volcán, no se entrega el dinero para la lucha contra la ELA, no llega el dinero de los PERTEs… pero como en todas las autocracias sí hay dinero para la propaganda.
Hay presupuesto para hacer un acto de propaganda contra Franco —con entre otros ese Iñaki Gabilondo que en su sufrimiento de la dictadura se bañaba en La Concha con el Azor, el yate de Franco, delante de él amarrado con toda tranquilidad— y también hay dinero para desarrollar cien actividades de propaganda para la presunta reparación de las víctimas de la dictadura. Los actos de 50 años en libertad, curiosamente, deberán celebrarse a puerta cerrada. Sánchez no puede estar cerca de la ciudadanía porque ésta se manifiesta y lo rechaza. Y encima dirá que los que van a los actos a criticarle son franquistas. Pero la realidad es que la mayoría son esa gran cantidad de ciudadanos que no soportan a Sánchez, sus políticas y su gobierno. Lo que es evidente es que sí hay dinero para los ingentes despliegues policiales que se establecen con cada actividad del presidente para alejar a la ciudadanía y que no lleguen sus abucheos, protestas y gritos. Y ahora, no son por Franco.
El autócrata Sánchez se apoya en el dictador Franco para intentar alargar su régimen. Todo montado sobre la mentira. Con la muerte de Franco no llegó la libertad. Históricamente el inicio del proceso de libertad fue el apoyo al referéndum sobre el «Proyecto de Ley de la reforma política» del 15 de diciembre de 1976. Las elecciones generales del 15 de junio de 1977 son la fecha oficial de la llegada de la libertad. No la fecha inventada por Sánchez. Con Pedro Sánchez siempre el ¡fraude, presente!.