Las elecciones de mayo y diciembre, en contra de lo que preconiza Moncloa y parece aceptar la oposición, no serán la “típica batalla de izquierda contra derecha”, porque de su resultado final dependerá el futuro de España y de los españoles.
Si no conseguimos echarlos de la Moncloa, Sánchez aplicará todo lo que, con luz y taquígrafos, ha ido perpetrando durante su mandato, para transformar España en una pseudo república federalista de corte marxista y donde los organismos centrales tendrán una mínima influencia en las políticas de las repúblicas periféricas.
Sánchez ya ha conseguido poner bajo su mando y control casi todas las instituciones que dan soporte a nuestra democracia (Fiscalía, Tribunal Supremo, Tribunal de cuentas, INE, CIS, TVE…).
Con el TS totalmente sometido a sus políticas, cuando ERC le exija un referéndum, inconstitucional, el TS ya se encargará de vestirlo adecuadamente para que el prefijo “in” desaparezca por completo. Y algo parecido sucederá en el País Vasco, donde el PNV ya ha enseñado su patita independentista.
La política anti empresas y empresarios, viene de lejos y se ha recrudecido en las últimas semanas con el chantaje ejercido contra Ferrovial, en cuya Junta general de accionistas, celebrada el 13/04/2023, se ha aprobado por amplia mayoría el cambio de sede a Países Bajos.
Se han empezado a producir maniobras monclovitas de distracción con humo blanco. Puede que yo padezca de ramalazo conspiranoico pero, ante el personaje que mangonea nuestro presente y futuros próximos, toda hipótesis es, cuando menos, hipotética.
La aparición de la comunista blanca en el tablero político, le da a Sánchez la inmejorable oportunidad de distraer al personal con la suma de todos los avatares de la ínclita Yoli, para que el personal se convenza de que votará en unas elecciones idénticas a las de siempre.
La parafernalia electoral va a ser la misma que en otras ocasiones: presentación de candidatos, mítines electorales, duelos televisivos, eslóganes y, finalmente, las votaciones.
Abrumado por todo este ruido mediático, el ciudadano de a pie no se da cuenta que del resultado de estas elecciones va a depender que España desaparezca como tal y que él dejará de vivir en una democracia para malvivir bajo una dictadura comunista.
Sánchez no va a conseguir mayoría absoluta por lo que tendrá que repetir pactos con independentistas, golpistas y filoetarras.
Para mantener su sillón a partir del año próximo, su Sanchidad tendrá que conceder lo que le pidan sus socios: referéndum para Cataluña y País Vasco, y etarras a sus casas.
Sobre este trascendental asunto recomiendo vivamente la lectura del artículo publicado por LUIS VENTOSO en EL DEBATE con fecha 13/04/2023 y que lleva por título:
O los echamos… o El Plan. No hay más
ERC ya ha puesto las cartas boca arriba: Sánchez tendrá que pagar con un referéndum o no podrá repetir en la Moncloa