El que a ley mata a ley muere

Parafraseando lo del hierro me ha parecido que este título podría ser el más adecuado para intentar anticipar el futuro del okupa monclovita.

“La frase “el que a hierro mata, a hierro muere” es un proverbio popular que ha sido utilizado en diversas culturas y épocas. Sin embargo, su origen específico no se atribuye a un autor concreto, ya que proviene de la tradición oral y se ha transmitido a lo largo del tiempo como una forma de expresar la idea de que quienes causan daño a otros, a menudo terminan sufriendo consecuencias similares”. (Google)

“En la literatura, se le atribuye a menudo a diversas adaptaciones de obras clásicas, como “El Cantar de los Cantares” de la Biblia, aunque no aparece exactamente en esa forma. También, se ha popularizado en el contexto de obras de teatro y literatura del Siglo de Oro español. Es un tipo de expresión que resuena en muchos contextos, reflejando valores morales sobre la venganza y la justicia”. (Wikipedia)

Durante los últimos seis años Sánchez se ha dedicado a proclamar leyes, inconstitucionales unas y antieuropeas otras, con las que: ha cuasi eliminado la independencia jurídica, ha transformado el Congreso en la correa de transmisión de sus decisiones, ha colonizado la mayoría de las instituciones públicas y ha elevado al summum de su particular democracia la descalificación permanente de los jueces y magistrados que no se pliegan a sus designios.

También podíamos haber titulado este trabajo recurriendo a los males que puede engendrar el ejercicio del poder.

“El poder tiende a corromper; el poder absoluto corrompe absolutamente” es una observación que Lord Acton hizo en una carta al obispo Creighton el 5 de abril de 1887. (Google)

Desde su llegada al poder, muchos de los miembros socialistas del actual gobierno central y autonómico, se vistieron de una total Inmunidad legal con la que creyeron que podían cometer los mayores delitos sin que la justicia les pudiera poner la ley encima.

Creo que el fatal error cometido por Sánchez en su camino hacia la presidencia de una república bolivariana no ha sido otro que su autoconvencimiento de poseer el control absoluto de toda la judicatura.

La firme actitud mostrada por el juez Peinado y otros magistrados en defensa de una justicia plena ha causado a su Sanchidad una enorme sorpresa y frustración, al darse cuenta de que su autoinmunidad ha desaparecido por completo.

No obstante ello, con todos los resortes judiciales y  mediáticos de los que dispone, no va a ser nada fácil echar al okupa de su palacio monclovita.

Si la no oposición aprovecha la potencialmente criminal actuación del gobierno por su total desinterés por la DANA, su denuncia formal de este delito ante entes jurídicos internacionales podría regalarnos el final del Sanchismo.

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