Es realmente inaudito que la oposición haya sido tan ciegua cómo para no percatarse, durante más de un lustro del plan a medio/largo plazo de su Sanchidad.
Desde el preciso instante en que se produjo el abrazo Sánchez/Iglesias, el tripartito oposicional tendría que haber firmado un auténtico pacto de sangre con el ÚNICO propósito de echar al Sanchismo de la Moncloa.
Las políticas del PP, Vox y Cs siempre han sido cortoplacistas, y a sus resultados me remito.
La guinda del pastel la pone Abascal, con una ruptura totalmente antidemocrática, y un PP entrando al ruido mediático que Don Santiago (no el ínclito presidente del Real Madrid) está generando en favor de su “supuesto enemigo” Don Pedro.
Y a bote pronto y sin pensárselo dos veces, el jefe pepero y su baronía le entran al trapo Voxero, y ya López Miras anuncia un posible adelanto electoral, más madera para alimentar el incendio detrás del que se esconde Sánchez al que han estado a punto de desencajarse las mandíbulas por las carcajadas que le producen los tiros en propio pie que la oposición se da un día sí y otro también.
El único político de este sufrido país que tiene y mantiene una estrategia a corto/medio plazo es Sánchez quien, con la permanente ayuda de su cortoplacista oposición, podrá permitirse el lujo de mantenerse en el machito por tiempo indefinido.
Su Sanchidad se refocila, en su okupado palacio monclovita, por la inestimable ayuda que le proporcionan sus supuestos enemigos, sin tener que darles nada a cambio, a diferencia de tener que aceptar que sus amigos le (nos) esquilmen un día sí y otro también.
La miopía de la UE, que únicamente mira a largo plazo a través de su destructiva y aberrante Agenda 2030, le impide ver el ataque permanente de Sánchez contra el poder judicial y únicamente se fija en la renovación del CGPJ, como factor desestabilizador de la independencia judicial, mientras TC, Fiscalia y Tribunal de Cuentas están sometidos a los dictatorial monclovitas.
Con su estrategia no cortoplacista el Sanchismo ha conseguido ocultar su auténtico asalto al poder judicial, porque la no-oposición de corta mirada se vino encelando con dicha renovación.
Los continuos engaños PSOE/PP sobre acuerdos más líquidos que contundentes, no han sido capaces de alargar la mirada del PP más allá de lo que tenía bajo sus narices.
Y para colmo de males a Don Santiago solo se le ocurre mirar a medio/largo plazo rompiendo estrepitosamente con el PP y pasándose al grupo europeo que apoya a Putin.
Dejaré de leer la prensa digital durante una temporada, porque no soporto las imágenes de la lucha cainita de unas formaciones políticas que se suponía iban a devolvernos los valores y libertades perdidas.
El cortoplacismo de la derecha acabará por arrancar la derrota de las fauces de la victoria y nos arrastrará a vivir en una república bananera de federalismo multinacional presidida por Su Persona.
Aunque pudiera ser demasiado tarde para surtir algún efecto, confiemos en que la oposición sea capaz de levantar la vista y deje de mirarse el ombligo.
Nos va la vida en ello.
CORTOPLACISMO EN CANTIDAD EXCEPTO EN SU SANCHIDAD
