Lo normal hubiera sido que cualquier acuerdo en la relación de una colonia británica con la UE hubiera supuesto concesiones en el régimen colonial frente al país soberano en que se ubica esa colonia. Pero nada. No ha habido ni una
EL DEBATE
RAMÓN PÉREZ-MAURA
19/06/2025
Es tal la tempestad política que vivimos en España que apenas podemos prestar atención a asuntos de la máxima gravedad que afectan a la dignidad de la nación. Así, apenas se ha denunciado la increíble forma en que se ha gestionado el acuerdo para la relación entre Gibraltar y la Unión Europea. Lo que ha perpetrado el Gobierno Sánchez con Napoleonchu de ejecutor es un acto de traición a España. Sin matices, por más que lo hayan presentado como un acuerdo histórico. Desde luego que es un acuerdo histórico. Pero por las graves consecuencias que va a tener para los intereses de España.
Hay que recordar el dato revelador de que cuando se produjo el referendo del Brexit la victoria de los partidarios de permanecer en la UE se dio en Gibraltar con el 90 por ciento de los votos. Allí sabían muy bien dónde estaban sus intereses. En Europa. A partir de ahí la UE decidió que la interlocución con el Reino Unido para determinar la relación con Gibraltar la iba a encabezar España. Nunca hemos tenido una baza mejor, no en término teóricos, pero sí en términos prácticos. Los gibraltareños quieren seguir siendo parte del Reino Unido y ser en la práctica, parte de la Unión Europea. España tenía el arma para ser quien le fijara las condiciones a los llanitos. ¿Y qué hemos hecho? Les hemos regalado el libre acceso a la UE a cambio de nada. La mejor baza que jamás hemos tenido para cualquier negociación con la colonia británica, Napoleonchu la ha rendido. Sin más. Era muy notable la portada del documento del Gobierno británico presentando el acuerdo. Como puede verse en la imagen adjunta, la llave la tiene Gibraltar. Y no les falta razón. ¿No es increíble que el resultado de esta negociación sea ése? Pues es lo que tenemos.

Lo normal hubiera sido que cualquier acuerdo en la relación de una colonia británica con la UE hubiera supuesto concesiones en el régimen colonial frente al país soberano en que se ubica esa colonia. Pero nada. No ha habido ni una. Todo lo más que la Policía española tenga que participar en el control aduanero del aeropuerto de Gibraltar. Lo que hará en calidad de policía de un país de la Unión Europea. Una minucia que ha provocado la ira de la derecha populista británica.
Así que de cara al futuro carecemos de armas con las que negociar. Es verdad que lo que se ha anunciado es «un acuerdo para alcanzar un acuerdo». Es decir, no está cerrado todavía. Pero británicos y gibraltareños ya han visto el espíritu con el que se ha sentado España a la mesa de negociaciones y ahora sólo tienen que rematar la jugada. Dado que Napoleonchu lo ha presentado como un «éxito histórico», si no se firma el acuerdo final, el éxito histórico pasará a ser un fracaso histórico. Y en la hora en que estamos, sólo le falta al sanchismo acumular un fracaso de esas proporciones que desmienta sus propios anuncios. Pero, eso sí, el Equipo Nacional de Opinión Sincronizada seguro que lo taparía intentando evocar otros fracasos del pasado.