LUZ DE DIOS PRIMIGENIA

Han florecido lirios amarillos

en los tiestos que adornan mi terraza:

oro puro y color de amanecida,

de la luz primigenia,

de antes que el sol cumpliera

su órbita en el alto firmamento.

Luz de Dios

y fulgor de Jesús resucitado

en el tiempo de Pascua.

Es la flor que deseo sobre mi tumba,

que abone mis cenizas,

hasta que el mundo viejo se deshaga

e inicie Cristo, en terminal venida,

el nuevo cielo y tierra,

sin macha ni defecto en su vivencia,

vida arcangélica,

de verdad y de amor fuera del tiempo

y en espacio inextenso

donde quepan todos los que esperamos

esa luz nueva, sin nubes tenebrosas

que nos priven de ver la faz radiante

del Triunfador por siempre de la muerte.

Úbeda, 5 de abril de 2024,

Viernes de Pascua.

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