EL PAÍS – 1 de octubre 21:38
Un grupo de ex jefes de Estado y de Gobierno europeos ha cerrado filas en vísperas de las elecciones brasileñas de este domingo con Luiz Inácio Lula da Silva, que aspira a ganar al actual mandatario, el ultraderechista Jair Bolsonaro, en una votación decisiva no solo para el país sudamericano sino para los equilibrios de toda la región. “El mundo necesita un Brasil democrático y justo. Solo un estadista como Lula puede superar este desafío”, concluye un manifiesto “en favor de la democracia” suscrito por líderes y exdirigentes de distintas orientaciones.Hipotecas Sabadell. Calcula ahora tu cuota con el simulador.PublicidadBanco Sabadell
Entre los firmantes figuran el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, el exmandatario socialista francés François Hollande, el ex primer ministro Dominique de Villepin, el belga Elio Di Rupo, la suiza Micheline Calmy-Rey y los italianos Massimo D’Alema, de posiciones progresistas, o Romano Prodi, también expresidente de la Comisión Europea, y Enrico Letta, ambos de formación democristiana.
El texto afirma que “el resultado de la elección presidencial brasileña tendrá un impacto decisivo, que irá mucho más allá de sus fronteras”. Y advierten del fantasma del autoritarismo. “Cuando la democracia está en peligro, todos los demócratas deben unirse para derrotar a la extrema derecha. Por eso, nosotros, ex jefes de Estado y de Gobierno de diferentes orientaciones políticas, apoyamos la candidatura del ex Presidente Lula a la Presidencia de la República”.
El izquierdista Lula de Silva, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, encabeza todas las encuestas y los sondeos más recientes indican que su candidatura se acerca a la mayoría absoluta. El promedio de estudios de opinión elaborado por EL PAÍS le otorga un 47%, cada vez más cerca del 50% más un voto que le daría un triunfo este domingo, evitándole concurrir en la segunda vuelta el próximo 30 de octubre. Durante la campaña, Bolsonaro se ha empleado en contaminar el clima electoral con constantes ataques al sistema de votación, lo que ahora pone el foco en el Tribunal Superior Electoral, mezclando su papel de candidato y mandatario y tratando de dudas sobre los comicios.
La trascendencia de las elecciones mantiene tanto a Europa como América Latina y Estados Unidos muy pendientes del resultado. Brasil es la segunda economía del continente, pero las repercusiones de estas presidenciales van más allá de los equilibrios financieros y tendrán un enorme alcance político en una región donde algunos países como Colombia o Chile han girado recientemente a la izquierda.